Llevo 16 años vendiendo en Etsy y he conseguido facturar más de 2 millones de euros con un producto nada fácil de vender en esta plataforma. Y, aún así, cometí un error que me costó miles de euros y años de frustración.

En este artículo te voy a explicar qué haría diferente si volviera a empezar hoy como emprendedora creativa. Espero que mi experiencia te sirva para tomar mejores decisiones y avanzar más rápido.

Mi error como emprendedora: Pensar que necesitaba una web antes que una tienda en Etsy

Cuando empecé con Mimètik, pensaba que tener una web propia era lo más importante. Invertí miles de euros en diseño y programación, dediqué semanas a subir productos… y no vendí nada. Me frustré y dudé de mi proyecto. Dudé tanto, que pensaba que era imposible vender mis diseños por internet. Estamos hablando del año 2009. Sinceramente, no era la única que lo pensaba, de hecho, la gente de mi alrededor pensaba que me había vuelto un poco crazy.

En paralelo, tenía abierta una tienda en Etsy a la que apenas cuidaba. Pensaba que «no era profesional», que la venta internacional era súper difícil (esto era una mezcla de creencias y mensajes que me decían los supuestos expertos) y que un marketplace sería podía ser un canal secundario.

Con el tiempo entendí que Etsy me ofrecía algo que mi web no: una audiencia de más de 90 millones de usuarios activos buscando productos como el mío. Y que si quería vivir de mis diseños, necesitaba tracción. Necesitaba centenares, miles de ojos encima de mis productos.

Necesitaba un canal que me generara ventas. Etsy era la solución.

Por qué Etsy te facilita el trabajo para empezar (y crecer)

• Porque puedes validar tu producto sin invertir prácticamente nada
• Porque no necesitas tener una audiencia previa (y generar las estrategias para que esto suceda)
• Porque tiene su propio motor de búsqueda (SEO en Etsy)
• Porque puedes vender de forma internacional desde el primer día y, oh sorpresa, vender de forma internacional es más fácil que vender a nivel internacional (te cuento más sobre esto otro día)

Esto no significa que no debas tener una web propia en el futuro. Pero sí significa que si estás empezando, diversificar tus esfuerzos demasiado pronto te puede alejar de las ventas. Lo he vivido. Y por eso te lo cuento.

¿Y si volviera a empezar hoy? Esto es lo que haría:

1. Me obsesionaría con Etsy: subir productos, optimizar mi tienda, trabajar el SEO.
2. Me formaría para ir acompañada, ahorrar tiempo y evitar errores.
3. No invertiría en una web hasta tener ventas regulares.
4. Si necesito escalar, buscaría soporte externo (asistente virtual, diseñadora web, etc.).

Conclusión: No diversifiques al principio. Enfócate.

Si estás empezando, no quieras estar en todas partes. Elige una estrategia y ve a fondo. Etsy puede demostrarte que puedes vender, darte la validación, visibilidad y motivación. Y desde ahí, crecer. Pero si te dispersas, si abres mil frentes, te agotarás sin resultados.

Mi gran aprendizaje: cuando algo funciona, optimízalo con obsesión antes de buscar alternativas (se que este consejo va en contra de nuestra esencia, la de las personas creativas, por eso me gusta remarcarlo tanto). Espero que este artículo te haya ayudado. Si quieres más contenido de calidad para hacer crecer tu negocio, suscríbete a mi newsletter.

Y cuéntame en los comentarios: ¿Estás enfocada en una sola estrategia o te estás dispersando? Me encantará leerte.